En 2014, Nigeria encerró a su ciudadano Mubarak Bala en un asilo psiquiátrico, porque no creía en dioses (?). Después de una fuerte campaña en redes sociales, se consiguió la suficiente presión internacional para que Mubarak fuera puesto en libertad, aunque las constantes amenazas de muerte por parte de los seguidores de la religión de la paz le quedaron de souvenir permanente. En 2020, Bala fue arrestado por ‘blasfemia’, al publicar sus opiniones en Facebook.
Ayer, un tribunal nigeriano condenó a Bala a 24 años de prisión:
Un ateo nigeriano ha sido condenado a 24 años de prisión por un tribunal superior del estado norteño de Kano tras ser declarado culpable de blasfemar contra el islam.
Mubarak Bala, de 37 años, presidente de la Asociación Humanista de Nigeria, se declaró culpable de los 18 cargos y pidió clemencia.
[…]Un grupo de musulmanes había presentado una petición a las autoridades acusando a Bala de publicar mensajes poco complacientes sobre el islam en redes sociales.
Por si el hecho de que le abran juicio por pensar diferente no fuera absurdo en sí mismo, el proceso contra Bala, además, fue objeto de una serie de irregularidades procesales que han obstaculizado su derecho a un juicio ‘justo’ (si es que tal cosa puede existir cuando a uno lo están juzgando por expresar sus opiniones sobre la inexistencia de seres sobrenaturales) — entre las irregularidades, tenemos que a Bala se le negó el acceso a atención médica, estuvo detenido sin cargo durante 462 días, se le negó el acceso a su equipo jurídico durante más de cinco meses, las audiencias judiciales fueron aplazadas varias veces, el Comisionado de Policía de Kano se negó repetidamente a cumplir una orden emitida por un magistrado que exigía que se le concediera acceso a su equipo jurídico, las autoridades de Kano no cumplieron la sentencia del Tribunal Superior de Abuja que determinó que Bala debía ser puesto en libertad bajo fianza.
Cada año, el mundo se vuelve más inhóspito para los ateos, y estos disparates de la religión de las necesidades especiales, y su criminalización de los que pensamos diferente con conceptos ridículos como la ‘islamofobia’ sólo contribuyen a hacer las cosas peor.
Humanists International está recaudando fondos para ayudar con los costos de la defensa jurídica de Bala — si está entre sus posibilidades, los invito a aportar a esta causa; si no, también pueden ayudar compartiendo este artículo para difundir la voz. Si pueden hacer ambas, mucho mejor.
